Mercado Internacional en Cuarentena: Menor Comercio, Mayor Superávit

Mientras que el mundo va abriéndose, lentamente, pero sin pauso, el gobierno argentino decide mantener cerradas las fronteras externas, y a su población en cuarentena. Este, podríamos decir que es el factor principal por el que durante Julio continuó la caída tanto de las exportaciones (-16,3% interanual) como de las importaciones (-30,1% interanual).

Dado que la caída en las compras fue superior al de las ventas, dio un superávit comercial marco con una suba de 38,2% y ya lleva acumulada en los últimos 12 meses un récord positivo de USD 18.978 millones.

En este contexto global, es importante evaluar cual es la relación con nuestros socios comerciales, donde, por ejemplo, Brasil nuestro principal socio estratégico regional ha tenido una caída de las exportaciones argentinas del -34,9% frente a una importación argentina de productos de origen brasileros del -24,4%, por lo que en esta balanza sale perdiendo Argentina.

La caída de las importaciones podríamos entender que son causadas principalmente por la caída del consumo interno por falta de demanda, y esto es parcialmente cierto, ya que se llegó al punto donde hay faltantes de productos en distintos rubros que van desde las tecnologías, equipos, maquinarias de trabajo, repuestos, y ahora ya llega a las líneas de productos de consumo masivo como bazar para mencionar una. Pero tampoco es tan cierto, ya que hay demanda que se mantiene y queda insatisfecha, los importadores para reducir esta demanda, y cubrir sus costos, optan por el aumento de precios. Esto a la larga, puede generar un rebote en las importaciones.

El gobierno sueña, desea, o simplemente cree que este faltante de productos importados redundara en una reactivación de productos locales, lo que no se entiende es como una industria que no existe, que no está desarrollada en Argentina comience a desarrollar productos para los que no está preparada o que directamente no existen productores en nuestro país. Esta política de reemplazo ya se intentó, y no sirvió.

Mantener esta línea implicaría que exista una inversión local de capital de empresas nacionales, las que ya están castigadas y con poca o nula disponibilidad, donde muchas se encuentran al borde de desaparecer; o de inversores extranjeros que enfrentan sus propios problemas en sus países de origen y que no ven con buen ojo a la Argentina como destino del capital de inversión. Políticas cambiarias, falta de un marco legal que proteja a los inversores, políticas de empleo anticuadas, controles de cambio, son, para mencionar algunos, motivos por los que Argentina no es de interés para invertir. Esto sin mencionar la incertidumbre política de un gobierno al que no se le conoce un plan económico, o un claro rumbo político.

Al igual que lo sucedido en los meses anteriores, las exportaciones tuvieron menores caídas en los bienes considerados esenciales (con una importante alza de 41% en los productos farmacéuticos). Por su parte, la disminución en las importaciones se explica principalmente por menos compras de bienes de capital y bienes intermedios. Esta reducción es un reflejo de la menor actividad económica producto de la pandemia del COVID-19.

Sin embargo, existen dos factores que podrían comenzar a revertir el elevado superavit comercial en los próximos meses. Primero, la cosecha gruesa se suele comerciar mayormente entre abril y julio, por lo que la mejora en las exportaciones tendrán una mayor dependencia de las ventas de productos industriales que aun enfrentan una débil demanda externa. Además, los meses de octubre y noviembre se compararán contra sus equivalentes en 2019 que registraron valores particularmente elevados.

Por otro lado, a medida que la pandemia comience a retirase y la actividad económica local se recupere, habrá una mayor demanda doméstica de insumos importados. Esta demanda en general reacciona más rápidamente que a recuperación de las exportaciones.

Por ende, la bonanza de una balanza comercial positiva como está planteado actualmente para Argentina puede ser una situación “ficticia”, un alivio temporal, y que derive en mayores problemas de necesidades de dólares a futuro que no tocaremos en este informe.

*Fuentes:

@CERA (Camara de Exportadores de la República Argentina)

@INDEC (Instituto Nacional De estadística y Censo)